Pro 16:25 Hay camino que parece derecho al hombre,
Pero su fin es camino de muerte.
Recuerdo que cuando niño era el único que no podía
andar en bicicleta. Mi primo que tenía una, era muy diestro en ese arte así que
un día me arme de valor y le pedí que me enseñara. Durante un rato me sostuvo
para que yo agarrara el equilibrio necesario para perder el miedo y tras
algunos intentos dije con voz arrogante “déjame yo puedo” mi primo insistió en
que me hacia falta un poco mas de practica pero yo insistí; “déjame que yo
puedo” al ver mi insistencia decidió dejarme solo con el impulso y cuando este
se termino quede al costado de un charco de agua ya un lado y tierra seca al
otro no negare que mi intención era caerme al lado seco pero la divina
providencia estaba determinada a enseñarme una lección. Así fue como caí al
lado del charco. Pues no pude ni pedalear ni mantener el equilibrio.
Cuantas veces nos encontramos en la misma
situación en la que creemos que “nosotros podemos” o “déjame yo puedo” con
cuanta facilidad el enemigo y nuestro propio orgullo no nos permite reconocer
que no podemos hacer nada fuera de la ayuda de Dios.
Cuantas veces a lo largo de nuestra vida nos
encontramos con esta frase saliendo de nuestras bocas. “déjame yo puedo”
La vemos con facilidad en el niño que al
preguntarle la madre si ya estudio le responde con un: si mama ya estudie y
luego viene con la cabeza baja y un examen arrugado con una nota en rojo de
aplazado.
También la encontramos en aquellas ocasiones cuando
jugamos fútbol y le decimos a los compañeros yo voy a hacer el penal déjame que
yo lo hecho y hay otros jugadores con mejores capacidades con nosotros y termina tristemente perdemos el
gol.
Cuando avanzamos en nuestra vida participamos de
muchas cosas estudiamos, trabajamos, nos casamos, tenemos hijos, nos hacen
abuelos, y finalmente morimos.
Pero durante el trayecto de nuestra vida tomamos
decisiones que nos ayudan aparentemente a tener una vida plena, que
difícilmente podemos alcanzar alejados de Dios.
Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
Cuando leemos este versículo claramente Dios nos
enseña que alejados del no podemos hacer nada bueno. Nada que sea acepto a él.
Isa 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como
la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
Aun la obra más generosa que podamos hacer o la
vida más integra que podamos llevar alejados de Dios y sin su participación sin
su dependencia no es otra cosa que inmundicia.
Solo a través de Jesucristo podemos llevar una
vida que agrade a Dios. No es la moralidad, no es la conciencia, no es la
educación, ni el dinero, ni la fama. Solo a través de cristo somos suficientes
ante Dios.
Suficientemente que? Suficientemente aceptables.
1Pe 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Si usted quiere llevar una vida plena y feliz…
ojo no le digo una vida sin problemas, ni calamidades, necesidad o enfermedad.
Pero en medio de todas esas cosas usted puede ser feliz y pleno. Entonces usted
necesita reconocer que por su propia cuenta no es suficiente debe entender que
la frase: “déjame Dios yo puedo solo” no puede estar en su boca. Debe reconocer
que la única manera de ser aceptable delante de Dios es a través de Jesucristo
debe entender que a esto vino Jesucristo al mundo a salvar a los pecadores. Y
que mediante el el acta de pecados que nos era contraria es quitada.
Col 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en
la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados,
Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había
contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en
la cruz,
Vale la pena rendirnos ante él; vale la pena
dejar a un lado nuestro orgullo y reconocer que solo en Cristo podemos tener
vida eterna. Una vida que nos ira santificando a través de conocerlo mas en su
palabra. Es necesario que nos volvamos a el tal como somos con nuestras
virtudes y defectos con un corazón contrito y humillado porque los que se
acercan a Dios con tal entrega el los recibe con los brazos abiertos.
Así que hoy pensemos un momento en lo mucho que Dios
nos ha ayudado aun cuando nosotros nos creímos suficientes aun cuando decíamos
en nuestro corazón no necesito a Dios yo puedo ser feliz a mi manera. Hoy
volvámonos a ese Dios vivo que nos ama y nos anhela celosamente. Ese Dios que
menciona Pablo.
Filipenses 2:6 - 8 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Filipenses 2:7
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante
a los hombres;
Filipenses 2:8
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Hecho por: Angel Vidal Ramírez Peña
Para: Brigadas de Amor Cristiano, El Paraíso, El Paraíso.
Honduras
23/6/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario