FIRMES EN LA LIBERTAD

 Juan 8:36

Así que, si el hijo os libertare, sereis verdaderamente libres.

Cristo por su obra en la cruz y su resurrección de entre los muertos, ya obtuvo la victoria sobre el diablo y te hizo libre de toda la obra del enemigo. Dice la Biblia: 1ra Juan 3:8, el que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto aparecío el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Por lo tanto, al momento que decides recibir a Jesús y creer en su obra en la cruz has obtenido “verdadera libertad” de toda influencia u opresión del diablo.

Debes de comprender que el diablo es tu enemigo.

Romanos 10: 9 – 10 dice: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo.

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvacion.

Cuando declaras esto con tu boca, pasaste de la potestad de Satanás a la postestad de Dios, lo puedes confirmar en Hechos 26:18

Ahora lo que te corresponde es permanecer firme en esa libertad que Cristo te concedio, ejerciendo la confianza en su victoria y el poder que te a delegado.

Galatas 5:1 dice: estad, pues firmes en la libertar con que Cristo nos hizo libres, y no esteis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Desde que tu estas con Jesús el diablo se ha vuelto tu enemigo, pero no te preocupes la buena noticia es que tu también eres su enemigo y Cristo te ha dado el poder para derrotarlo, Efesios 6:10 – 20 son versiculos que todo creyente debe guardar en su mente y corazon y Santiago 4:7 nos aconseja; someteos, pues a Dios, resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Ahora bien el diablo sabe que si tu estas en constante comunión con Dios será difícil hacerte pecar y que tu confianza en Dios te mantendra protegido.

3 claves para mantenerte firme:

1. sometete a Dios a través de obedecer su palabra.
2. mantente en constante comunión con Dios por medio de la oración
3. el ayuno te ayudara a romper fortalezas del enemigo.

Ahora debes creerlo y ejercitarlo, hasta que sea parte de tu diario vivir.

El pecado es desobedecer a Dios, la victoria es someterte a Dios.

Por: Yoli Flores