2Ti
2:15 Procura con diligencia presentarte
a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que usa bien
la palabra de verdad.
Dejemos de
servirle al “yo”
Una de las
situaciones mas feas que vive la iglesia hoy día es la facilidad con la que
muchos siervos y siervas de Dios desvían su mirada del objetivo principal y
entran en una estapa de error alimentando mas al “yo” que estar preocupados por
realizar la labor que Dios les encomendó.
Por eso es
común encontrar divisiones en las iglesias a causa de que sus lideres no se
pueden poner de acuerdo en cuestiones tan infantiles como si en la reunión hay
que sentarnos en las primeras filas o en las ultimas, si hay que orar con los ojos abiertos o cerrados, o si hay que
darle la bienvenida a los que nos visitan al iniciar la reunión o en medio de
la predica. Asuntos tan infantiles que solo demuestran los problemas reales que
son manifiestos en lideres de talla baja preocupados mas por ganar adeptos
seguidores que no les contradigan a buscar la perfecta voluntad de Dios lideres
que se preocupan mas por ser servidos que por servir, lideres que se preocupan
mas por el “yo” que por el prójimo. Cuan
triste es encontrar en la iglesia personas en cargos ministeriales que profesan
ser grandes siervos de Dios pero en la vida natural ni sus familias se fían de
ellos. Lideres que cuestionan a todos pero no permiten ser cuestionados porque
son “ungidos de Jehová” y no pueden ser tocados.
Cuan
doloroso es ver como algunos al igual que en Galicia corrían bien pero alguien
estorbo su camino tal vez exaltándolos mas allá de lo que merecía olvidando que
en esta vida al servicio del Señor no somos mas que: “siervos inútiles”, y que
si de algo podemos gloriarnos es en el Señor.
Lideres tan
vanos que prefieren que todo el tiempo se les de privilegios para ir subiendo
en la escala ministerial para ser temidos y respetados mas que para ser un
ejemplo de humildad y sencillez.
Lideres que
lo ultimo que hacen es estudiar la
Biblia y a la hora de defender una doctrina lo que hacen es
pronunciar máximas humanas y teorías de hombres que no son mas que doctrinas
del diablo llenándose la boca diciendo que están en lo correcto cuando la Biblia afirma que 1Ti
1:7 queriendo ser doctores de la
ley, sin entender ni lo que hablan ni lo
que afirman.
Dejemos a
un lado nuestros orgullos y egos que en nada benefician al cuerpo de cristo y
centrémonos en lo verdaderamente importante. La predicación de la verdad
absoluta del evangelio.
Que Jesús
vino al mundo a morir por los pecadores para que todo aquel que en la crea no
se pierda más tenga vida eterna.
Que
busquemos santificarnos porque sin santidad nadie verá al señor.
Que nos
examinemos continuamente para ser aprobados delante de Dios como siervos que no
tienen nada de que avergonzarse.
Y tantas
cosas que parece no importaran lo suficiente en nuestras vidas que pensamos
pasar el tiempo ociosamente gastándolo en asuntos que en nada alimentan nuestra
vida espiritual y vivimos un evangelio Light donde seguramente nos encontramos
confiados porque nuestro yo puede vivir sin ser cuestionado.
¡Ya basta!
Estas y otras actitudes lo que hacen es levantar un olor putrefacto y
aborrecible delante de nuestro Dios Santo. Volvamos a la senda antigua esa que
fue trazada para nuestras vidas sin temor a la crítica y persecución esa senda
antigua en la cual no hay doblez y en la cual no hay lugar para nada que se le
parezca al “yo”
Jer 6:16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad,
y preguntad por las sendas antiguas,
cuál sea el buen camino, y andad
por él, y hallaréis descanso para
vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
Hecho por: Angel Vidal Ramírez
Para: Brigadas de Amor Cristiano, El Paraíso,
Honduras.
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