Muchas veces
sentimos en nuestro corazón el deseo de presentarles a otros el evangelio, pero
el temor o la falta de preparación nos impiden mostrarles a otros el camino
hacia Dios. Por eso la historia de Felipe y el eunuco camino de Jerusalén a
Gaza debe de estar en nuestros corazones:
Hechos 8:26
Un ángel del Señor habló a Felipe,
diciendo: Levántate y ve hacia el
sur, por el camino que desciende de
Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
Hechos 8:27
Entonces él se levantó y fue. Y
sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los
etíopes, el cual estaba sobre todos sus
tesoros, y había venido a Jerusalén para
adorar,
Hechos 8:28
volvía sentado en su carro, y
leyendo al profeta Isaías.
Hechos 8:29 Y
el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y
júntate a ese carro.
Hechos 8:30 Acudiendo
Felipe, le oyó que leía al profeta
Isaías, y dijo: Pero
¿entiendes lo que lees?
Hechos 8:31
El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con
él.
Cuando leo esta
historia pienso en lo maravilloso que fue Dios y lo obediente que fue Felipe al
escuchar al Espíritu Santo decirle que se acercara al eunuco. este lo hizo en
obediencia y después de presentarle el evangelio a través de la palabra de Dios
este (eunuco) creé en su corazón que Jesús es el hijo de Dios y no solamente
eso también pide a felipe que le bautice pues quería hacer pública su fe... y
su fe fue pública porque el eunuco no viajaba solo. Hechos 8:38 por lo tanto;
hermanos es importante que estudiemos la palabra de Dios para que cuando el
Espíritu nos inquiete a hacer algo no nos vayamos en otro sentido por miedo a
el que dirán o por complejos sino que con el poder de la palabra y la fortaleza
del Espíritu santo estemos dispuestos siempre a realizar la tarea que Dios nos
encomienda todos los días.
La biblia no
registra que sucedió con aquel eunuco... ni si llego a ser un predicador entre
los de su clase... o si volvió a ver a felipe... de lo que si estamos seguros
fue que desde aquel día nació de nuevo y nosotros cuantas veces encontramos en
nuestro camino a familiares, amigos, compañeros de trabajos hambrientos y
necesitados de Dios y no nos acercamos a ellos para anunciarles las buenas
nuevas de salvación.
que el día de
hoy nos tomemos un momento para decirle a alguien que Dios le ama y tal vez...
solo tal vez... esa persona sea lo único que necesita escuchar para aceptar a
Jesús como su señor y salvador.
Hecho por:
Angel Vidal Ramírez
Para:
Brigadas de Amor Cristiano, El Paraiso, Honduras
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