miércoles, 2 de noviembre de 2011

CONSERVANDO LA SANIDAD


¿Qué son las heridas del alma?

Muchos han identificado las heridas del alma como las huellas que han dejado en el corazón las ofensas, los maltratos o el rechazo de otras personas; algo así como comparar las dolencias físicas a sufrimientos emocionales.
La Biblia le llama a estos dolores o dolencias del alma (salmo 103:2-3)

En el alma residen los pensamientos, las emociones y la voluntad. Tu mente, piensa mal de ti mismo o de otros.
Las emociones, sientes rechazo, culpa, soledad, depresión o amargura.
Las decisiones, te llevan a escoger sentirte mal y hacer mal a otros.

El verdadero origen de las heridas

Son el resultado de una mala reacción ante ofensas o rechazos. Como humano siempre estarás expuesto a ofensas de parte de otros. Pero es tu reacción ante estas lo que te daña y te hiere. El apóstol Pedro lo escribió así: ¿y quien es aquel que os podrá hacer daño si vosotros seguís el bien? (1ra Pedro 3:13)
Tu debes ser responsable de mantenerte sano y sin heridas en tu alma.
Tu responsabilidad consiste en creer, obedecer a Dios. Créele quien eres en Cristo. Obedecerle en perdonar, bendecir, honrar, soportar y amar a tu prójimo.

Lo que Jesús nos enseño

Jesús nos enseño la forma de mantenernos sanos, en ningún momento nos ofreció que nadie nos ofendería, todos estamos expuestos a ofensas o rechazos. Porque todos ofendemos muchas veces (Santiago 3:2)
El os enseño afrontar situaciones difíciles y salir vencedores de ellas (Mateo 5:38-41
En otras palabras Jesús nos enseño a vencer con el bien el mal. (Efesios 4:31-32)

El ejemplo de Jesús

Jesús no enseño nada que el mismo no hiciere. El fue maltratado y ofendido como ninguna otra persona en la historia humana. Sobre él se descargo toda ira y el rencor del diablo y todo su deseo de dañarlo y ofenderlo. Pero Jesús nunca devolvió mal por mal, ni insulto por insulto.
Soporto las burlas, los rechazos y los golpes, y aún así pudo pedirle a dios “padre perdónalos porque no saben lo que hacen (Lucas 23:24)

Nadie ha sufrido más que Jesús, pero nadie conoce mas la plenitud de la paz que el mismo. El conoce tus sufrimientos, él mismo padeció tus dolores y sufrió el castigo para que pudieras tener paz. El te comprende en cada padecimiento y se identifica contigo sufriendo él mismo tus heridas. Pero nos ha enseñado a conservar un alma saludable. El no solo logro tu libertad, también te enseña a disfrutarla.

Por: José Francisco Flores
tema 1/11/11

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