¿Qué son las heridas del alma?
Muchos han identificado las heridas del alma como las huellas que han dejado en el corazón las ofensas, los maltratos o el rechazo de otras personas; algo así como comparar las dolencias físicas a sufrimientos emocionales.
La Biblia le llama a estos dolores o dolencias del alma (salmo 103:2-3)
En el alma residen los pensamientos, las emociones y la voluntad. Tu mente, piensa mal de ti mismo o de otros.
Las emociones, sientes rechazo, culpa, soledad, depresión o amargura.
Las decisiones, te llevan a escoger sentirte mal y hacer mal a otros.
El verdadero origen de las heridas
Son el resultado de una mala reacción ante ofensas o rechazos. Como humano siempre estarás expuesto a ofensas de parte de otros. Pero es tu reacción ante estas lo que te daña y te hiere. El apóstol Pedro lo escribió así: ¿y quien es aquel que os podrá hacer daño si vosotros seguís el bien? (1ra Pedro 3:13)
Tu debes ser responsable de mantenerte sano y sin heridas en tu alma.
Tu responsabilidad consiste en creer, obedecer a Dios. Créele quien eres en Cristo. Obedecerle en perdonar, bendecir, honrar, soportar y amar a tu prójimo.
Lo que Jesús nos enseño
Jesús nos enseño la forma de mantenernos sanos, en ningún momento nos ofreció que nadie nos ofendería, todos estamos expuestos a ofensas o rechazos. Porque todos ofendemos muchas veces (Santiago 3:2)
El os enseño afrontar situaciones difíciles y salir vencedores de ellas (Mateo 5:38-41
En otras palabras Jesús nos enseño a vencer con el bien el mal. (Efesios 4:31-32)
El ejemplo de Jesús
Jesús no enseño nada que el mismo no hiciere. El fue maltratado y ofendido como ninguna otra persona en la historia humana. Sobre él se descargo toda ira y el rencor del diablo y todo su deseo de dañarlo y ofenderlo. Pero Jesús nunca devolvió mal por mal, ni insulto por insulto.
Soporto las burlas, los rechazos y los golpes, y aún así pudo pedirle a dios “padre perdónalos porque no saben lo que hacen (Lucas 23:24)
Nadie ha sufrido más que Jesús, pero nadie conoce mas la plenitud de la paz que el mismo. El conoce tus sufrimientos, él mismo padeció tus dolores y sufrió el castigo para que pudieras tener paz. El te comprende en cada padecimiento y se identifica contigo sufriendo él mismo tus heridas. Pero nos ha enseñado a conservar un alma saludable. El no solo logro tu libertad, también te enseña a disfrutarla.
Por: José Francisco Flores
tema 1/11/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario